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UC - Críticas

País: España.
Año: 2008.
Duración: 95 min.
Género: Thriller.

Dirección y guión: Albert Arizza.
Producción: Monika Goyanes.
Música: Juan Belda.
Fotografía: Dimas Almendros y Albert Arizza.
Montaje: Albert Arizza.

Interpretación: Cristian Magaloni (Ramírez), Geraldine Chaplin (galerista), Zoe Berriatúa (amigo de Ramírez), Luis Mesonero (cirujano plástico), Sara Martín (María), Olalla Escribano (Paquita), Hub Martin (falsificador), Reyes Hiraldo (pastillera), Anastasia Meriaux (Sheila), Samuel Sánchez (traficante).


EL ASESINO NIHILISTA

"Ramírez" se nos presenta como cine español independiente, un cine que también esperamos que resurja en nuestro país, un cine hecho con mucha ilusión y pocos medios, en este caso, 50.000 euros. Sólo por ello ya merece nuestra atención y respeto, lástima que el resultado global no termine por convencer, aunque su propuesta estilística sí.

Ramírez es un joven atractivo, educado y de buena familia que vive en un barrio acomodado. Se dedica a la fotografía. Su vida diaria es una muestra de su devenir sin rumbo; aunque él apenas se dé cuenta de ello. Siguiendo la llamada de la noche y su predilección por el sexo exprés, Ramírez encontrará sus mejores planos en los rostros de las jóvenes a las que seduce, desnuda y asesina. Todo cambiará en su carrera criminal al secuestrar a una joven.


Efectivamente, otra historia de asesinos en serie, incluso las escenas de los crímenes de la película están inspiradas en crímenes reales y el nombre del protagonista en un serial killer real que incluso se ha convertido en una especie de "sex symbol" con clubs de fans y todo. El estilo según su director "casi científico" de la fimación funciona a ratos, recuerda un poco a lo que hizo John McNaughton con su impactante "Henry, retrato de un asesino", aunque aquí la indefinición hace que las secuencias violentas no te impacten o golpeen como allí sucedía. Me explico, la película tiene una presencia estética, tiene un montaje y una fotografía interesantes, las interpretaciones del elenco son convicentes, destacando especialmente Olalla Escribano en una corta escena que se encuentra entre lo mejor del film.

Pero todas esas virtudes se ahogan en un mar de dispersión cuando el guión empieza a dar tumbos sin tener aparentemente un cauce predeterminado, es decir, uno tiene la sensación de que la historia no va hacia ningún lado que podía haber dado para un corto de 15 minutos o para una película de 3 horas, las escenas funcionan si se aislan de un todo, pero no existe una estructura en el guión clara y eso perjudica seriamente el resultado final del film que llega a resultar algo repetitivo y cansino. De todas formas, resulta loable que existan productos independientes como este en nuestro país, gente joven aportando nuevas visiones a nuestro cine y con planteamientos novedosos como querer ser la primera película que se distribuye gratuitamente y en HD por internet como medio de distribución alternativo.



UC (Daniel Farriol).

TRAILER